El robo de celulares y tabletas aumentó un 15% en Corea del Sur. Foto: estherstar (vía Flickr)
El robo de celulares y tabletas aumentó un 15% en Corea del Sur. Foto: estherstar (vía Flickr).
La herramienta llamada ‘Kill Switch’ busca ser una manera para combatir el robo de celulares y tabletas.Según publicó este lunes The Wall Street Journal, tanto Samsung como LG estarían trabajando en incluir en sus próximos dispositivos una función que los dejaría inoperables en caso de ser víctimas de robo.  
El desarrollo de esta herramienta se debe a las conversaciones que desde la semana pasada el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur tiene con las dos empresas a causa del incremento de robos de smartphones, el cual aumentó en un 15% este año en ese país.
Según explicó el diario Korea Times, la iniciativa pretende implementar una ley de prevención contra el uso ilegal de teléfonos móviles, que obligaría a estas compañías a introducir  en sus aparatos un ‘Kill Switch’ que permita al dueño del dispositivo desactivarlo de manera remota para que este quede completamente inservible. Para que la herramienta funcione, es necesario que los usuarios registren su dispositivo previamente.
Si bien estas medidas preventivas ya se vienen desarrollando desde hace un tiempo, la diferencia se encuentra en que con esta función en caso de que el teléfono llegara a ser hackeado, no podría usarse. De nada valdría cambiarle la tarjeta SIM, intentar desbloquearlo o hackearlo; en definitiva, el teléfono quedaría completamente bloqueado y no habría forma de recuperarlo.
Por el momento les estaremos informando cuando la función se ponga en vigencia y alcance al mercado internacional. Es probable que el resto de gobiernos quieran incrementar la medida si LG y Samsung deciden llevar sus dispositivos con ‘Killer Switch’ al resto del mundo. Esperamos que no se quede solo en el mercado surcoreano.
En Colombia, el Ministerio TIC puso en marcha dos bases de datos para intentar aplacar este delito. Por una parte, una ‘base de datos negra’ en la que están los números IMEI de los teléfonos reportados como robados, y por otra parte, una ‘base de datos blanca’ en la que aparecen los teléfonos legalmente importados y que pueden ser activados en el país. Estas bases de datos son compartidas con varios países para evitar que los dispositivos robados en Colombia terminen en otros mercados, y viceversa.